
El nuevo proceso combina diversas variedades de algas modificadas genéticamente con un enfoque de cultivo poco común que reduce el coste de la fabricación del combustible. En lugar de cultivar las algas en estanques o encerradas en tubos de plástico expuestos al sol (como intentan hacer otras compañías), Solazyme cultiva los organismos a oscuras, en el interior de de enormes contenedores de acero inoxidable. Los investigadores de la compañía alimentas las algas con azúcar, que los organismos convierten en distintos tipos de petróleo. El petróleo se puede extraer y, una vez procesado, puede dar lugar a toda una serie de combustibles, incluido gasóleo y carburante, así como otros productos.
La compañía utiliza distintas variedades de algas para producir diferentes tipos de aceites. Algunas algas dan lugar a triglicéridos, como los producidos por la soja y otros cultivos ricos en aceite; otras producen una mezcla de hidrocarburos similar al petróleo crudo ligero.
Fuente: Technology Review