
Es la prueba irrefutable de que el equipo cuando quiere, puede. Que hay que mantener en alto la moral y que hay que acabar con ese complejo de frustración que caracteriza el comportamiento de muchos ecuatorianos. Es que tenemos que vencer esa suerte de complejo colectivo que nos impide liberarnos de los miedos y enfrentar con éxito los desafíos que nos impone la vida.
Hoy que se exacerban desde el poder político los resentimientos sociales, donde se actúa con desprecio sin escuchar al otro, y se estimula la lucha de clases, es hermoso ver como el futbol nos hermana, como crece ese sentimiento de optimismo que nos abraza, nos eleva la autoestima y nos permite con esperanza soñar en un mañana mejor, sin sobredimensionar las posibilidades reales. Para eso, tenemos que perseverar en el nuevo desafío BRASIL 2010, sin nervios ni temores. - Ing. Espec. Roberto Camana Fiallos.