martes, 23 de junio de 2009

Las Granjas Solares, Apuestan los israelitas

Ya es conocido que el avance tecnológico no esta en Latinoamérica o Europa, está en el país del lejano Oriente como Israel, que han visto como una nueva alternativa.

Una compañía israelí desarrolló un dispositivo, compuesto de espejos y lentes, preparados para focalizar la intensidad de la luz del sol produciendo más electricidad que las tradicionales placas de silicio y a un precio menor.

En la actualidad más de un millón de hogares israelíes cuentan con paneles solares para calentar el agua, práctica generalizada después de la guerra árabe-israelí (1973) cuando se disparó el precio del petróleo. A partir de los años 90, los edificios residenciales construidos debían instalar, por ley, placas fotovoltaicas, una tecnología relativamente sencilla. Pese al desarrollo de las tecnologías en áreas como software, medicina o la nano-tecnología, el sector de las energías renovables (solar) no experimentó un avance significativo. "El futuro en Israel está en la energía solar, igual que lo fue en los años 90 el sector de la alta tecnología", afirmó Roy Segev, director de la empresa, Zenith Solar, con sede en la localidad de Nes Ziona, creadora del nuevo sistema.

La huerta solar inaugurada hace pocos días se encuentra en el Kibutz Yavne, en el centro del país israelí, y comprende un terreno, relativamente pequeño, con 16 platos cóncavos de espejos, de 10 metros cuadrados y a 2 metros del suelo. Estos paneles, como antenas parabólicas, se mueven de forma inteligente siguiendo la dirección del sol. Con esos elementos se produce electricidad y energía termal con tecnología pionera.

De aspecto futurista, la explotación energética cubrirá más de un cuarto de las necesidades de luz y consumo de agua caliente de las 250 familias que residen en la granja comunal. Cada año, generará 150 megavatios de electricidad y 300 megavatios de energía termal, reemplazando el uso de 40.000 litros de combustible fósil al año.

Consiste en un mecanismo a través del cual los espejos de los platos (conformados por aleación de materiales) dirigen la radiación solar hacia un "generador" de 100 centímetros cuadrados, una especie de brazo de metal que convierte la luz en electricidad. El prototipo genera intenso calor, el que es capturado a través de un sistema de refrigeración con agua gracias al cual se obtienen aguas termales para uso residencial o industrial. "Esos sistemas utilizan tecnología espacial, células fotovoltaicas por lo menos dos veces más eficientes que los paneles estándar"

Los creadores del invento sólo hablan de ventajas: Una eficiencia del 75 por ciento (21 por ciento de energía eléctrica y 49 por ciento termal), que requiere poco espacio y puede actualizarse según mejoren las células solares, y el reducido coste de kilovatios/hora. De ese modo, un único dispositivo puede producir, cada año, 5 megavatios, cantidad necesaria para uso residencial o público como hoteles, hospitales o teatros, etc.