domingo, 18 de octubre de 2009

De la Decepción al Optimismo

El fútbol es la pasión de masas que cambia los estados de ánimo. Es una especie de terapia social. Y esa sensación la hemos vivido los ecuatorianos en la última semana. El optimismo y hasta la euforia de que le ganaríamos a Uruguay fuimos derrotados pues jugamos mal. Hoy estamos nuevamente decepcionados, creo que el pasado miércoles todos los resultados jugaron “en combo” en contra de Ecuador, renaciendo la decepción que desde 2001 no saboreábamos. Pero volvamos a la euforia colectiva que ahora nos invade y sobre la que es oportuno reflexionar. Lejos de mesianismos, el futbol es un fenómeno sociológico que electriza. Del sábado negro ante Uruguay y de un miércoles ni para acordarnos.

Es la prueba irrefutable de que el equipo cuando quiere, puede. Que hay que mantener en alto la moral y que hay que acabar con ese complejo de frustración que caracteriza el comportamiento de muchos ecuatorianos. Es que tenemos que vencer esa suerte de complejo colectivo que nos impide liberarnos de los miedos y enfrentar con éxito los desafíos que nos impone la vida.

Hoy que se exacerban desde el poder político los resentimientos sociales, donde se actúa con desprecio sin escuchar al otro, y se estimula la lucha de clases, es hermoso ver como el futbol nos hermana, como crece ese sentimiento de optimismo que nos abraza, nos eleva la autoestima y nos permite con esperanza soñar en un mañana mejor, sin sobredimensionar las posibilidades reales. Para eso, tenemos que perseverar en el nuevo desafío BRASIL 2010, sin nervios ni temores. - Ing. Espec. Roberto Camana Fiallos.