¿Qué les pasa a los extranjeros que vienen a estudiar a la Argentina? ¿Cómo se manejan y familiarizan con la vida universitaria local? Tales variables fueron auscultadas en una investigación de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires UBA, entre 175 alumnos argentinos y extranjeros. La investigación, indicó que el 48 % de los extranjeros que vienen a estudiar a la Argentina tienen entre 21 y 25 años; el 34 %, entre 17 y 20, mientras el 18 % restante supera los 30.
La muestra, compuesta por un 42,3 % de estudiantes ecuatorianos, un 14,4% de colombianos, un 16,6 % proveniente de países limítrofes y el 26,8 % de estudiantes peruanos, mexicanos, norteamericanos, europeos y orientales, arrojó diferencias sustanciales según el lugar de procedencia.
Así, por ejemplo, entre los ecuatorianos y los visitantes de países limítrofes, 5 de cada 10 asegura que la forma de hablar de sus compañeros de clase resulta un problema. Sin embargo, este inconveniente no afecta al resto de los alumnos extranjeros. Donde no parece haber conflicto es en la integración con sus pares.
Según la mayoría de los estudiantes extranjeros, los argentinos no los excluyen debido a su nacionalidad: el 46,3 % de los estudiantes ecuatorianos y el 57,1 % de los colombianos se muestran en desacuerdo con la afirmación de que hay una tendencia del alumno local a excluir al extranjero. En tanto, los estudiantes de países limítrofes avalan tal idea en un 50 % y el resto con un 57,7 %.
Los argentinos confirman esta tendencia: 8 de cada 10 asegura que no existe tal segregación. El mayor problema parece ser la comprensión de los profesores. A excepción de los ecuatorianos, el 60 % de los estudiantes admite que existe tal dificultad. Pero, ¿les cuesta a los alumnos hacerse entender? La mitad asegura que no, y esta expresión es confirmada por los argentinos: sólo 3 de cada 10 opinaron que los extranjeros poseen dificultades en la conversación.
La muestra, compuesta por un 42,3 % de estudiantes ecuatorianos, un 14,4% de colombianos, un 16,6 % proveniente de países limítrofes y el 26,8 % de estudiantes peruanos, mexicanos, norteamericanos, europeos y orientales, arrojó diferencias sustanciales según el lugar de procedencia.
Así, por ejemplo, entre los ecuatorianos y los visitantes de países limítrofes, 5 de cada 10 asegura que la forma de hablar de sus compañeros de clase resulta un problema. Sin embargo, este inconveniente no afecta al resto de los alumnos extranjeros. Donde no parece haber conflicto es en la integración con sus pares.
Según la mayoría de los estudiantes extranjeros, los argentinos no los excluyen debido a su nacionalidad: el 46,3 % de los estudiantes ecuatorianos y el 57,1 % de los colombianos se muestran en desacuerdo con la afirmación de que hay una tendencia del alumno local a excluir al extranjero. En tanto, los estudiantes de países limítrofes avalan tal idea en un 50 % y el resto con un 57,7 %.
Los argentinos confirman esta tendencia: 8 de cada 10 asegura que no existe tal segregación. El mayor problema parece ser la comprensión de los profesores. A excepción de los ecuatorianos, el 60 % de los estudiantes admite que existe tal dificultad. Pero, ¿les cuesta a los alumnos hacerse entender? La mitad asegura que no, y esta expresión es confirmada por los argentinos: sólo 3 de cada 10 opinaron que los extranjeros poseen dificultades en la conversación.
Entradas
